Colosenses 1:25-29: “Nuestro Ministerio” Parte 2

2 julio, 2024 /

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Colosenses:

“La invencible suficiencia de sólo Cristo”

Parte 8: 1:25-29: “Nuestro Ministerio – 2 de 2”

Continuamos nuestro estudio de la carta que Pablo había escrito a los Colosenses hoy, y estoy seguro de que podremos cerrar el Capítulo 1 hoy. Si escuchaste la prédica la semana pasada, sabrás que en realidad solo pudimos cubrir el primer versículo, el versículo 24, por lo que hoy servirá como la segunda parte de nuestra revisión en dos partes de estos últimos seis versículos del Capítulo 1.

Entonces, si tienen sus Biblias (y aún no lo han hecho), busquen conmigo el libro de Colosenses. Estamos en el Capítulo 1 y específicamente vamos a estar en los versículos 25-29 pero leeremos desde el versículo 24 ya que 24-29 es todo parte de un solo contexto. Entonces, leamos el texto juntos, comenzando en los versículos 24 al 29 :

[24] Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia,

[25] del cual fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para hacer notoria la palabra de Dios,

[26] el misterio escondido por siglos y generaciones pero ahora revelado a sus santos.

[27] A ellos Dios quiso hacerles saber cuán grandes son entre los gentiles las riquezas de la gloria de este misterio, que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.

[28 A él lo proclamamos, advirtiendo a todos y enseñando a todos con toda sabiduría, para presentar a todos maduros en Cristo.

[29] Para ello me esfuerzo, luchando con toda su energía que él obra poderosamente dentro de mí.

Ahora, la semana pasada sólo tuvimos la capacidad de obtener a través del versículo 24, porque había mucho allí para ver, pero sin dedicar demasiado tiempo a repasarlo, algunas de las cosas que aprendimos de la capacidad de Pablo para regocijarse en las PEORES circunstancias de sus pruebas fueron las siguientes:

Dios ordena nuestras circunstancias: Que es Dios quien ordena mis pruebas y es Él quien tiene el control.
Dios nos fortalece a través de nuestras circunstancias: Es decir, si es Dios quien ordena mis pruebas, entonces es Dios quien me da el poder para superarlas, aprendiendo todo lo que pueda a medida que avanzo.
Y, finalmente, que Dios es glorificado en nuestras circunstancias.

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Bendiciones, les ha hablado Altagracia Peralta Daly traduciendo al Pastor William Daly de la Iglesia Bitterroot Valley Calvary Chapel, localizada en Hamilton, Montana, Estados Unidos.