Gálatas 4:8-20: “Adoptados como hijos de Dios”
Gálatas:
“Justificación por la fe SOLO por medio de Cristo”
Parte 13: Gálatas 4:8-20: “Adoptados como hijos de Dios”
Hoy continuamos con la carta de Pablo a los Gálatas, estamos en el capítulo 4, y veremos los versículos 8-20. La semana pasada vimos una sección del texto donde Pablo describe cómo la Ley actúa como guía y capataz para hacernos crecer y guiarnos hasta que llegamos a ser “adultos” por la fe en Cristo; y que una vez adoptados por Dios, podemos hacer lo que la Ley jamás pudo haber hecho: tener intimidad con nuestro Padre celestial por medio de Jesucristo. Y que al estar ahora en el Hijo, nos convertimos en hijos (o hijas), lo que significa que somos herederos, y lo mejor de todo es que no heredamos algo, ¡heredamos a alguien!
Leamos juntos
Gálatas 4:8-20:
[8] En otro tiempo, cuando no conocías a Dios, eran esclavos de los que por naturaleza no son dioses.
[9] Pero ahora que habéis conocido a Dios, o más bien, sido conocidos por Dios, ¿cómo podéis volver de nuevo a los débiles y inútiles rudimentos del mundo, cuyo dominio queréis ejercer de nuevo sobre vosotros?
[10] ¡Observas días y meses y estaciones y años!
[11] Me temo que tal vez haya trabajado en vano por ti.
[12] Hermanos, les ruego que se hagan como yo, porque yo también me he hecho como ustedes. No me hicieron ningún mal.
[13] Ya sabéis que fue a causa de una dolencia física que os prediqué el evangelio al principio,
[14] y aunque mi condición fue una prueba para vosotros, no me despreciaron ni me rechazaron, sino que me recibiste como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
[15] ¿Qué ha sido entonces de tu dicha? Pues te aseguro que, de haber sido posible, te habrías sacado los ojos para dármelos.
[16] ¿Me he convertido entonces en vuestro enemigo al decirles la verdad?
[17] Ellos os tienen celo, no con buena intención, sino que quieren excluirlos a fin de que mostréis celo por ellos.
[18] Siempre es bueno que nos elogien por un buen propósito, y no sólo cuando estoy presente con vosotros,
[19] ¡Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir la angustia del parto hasta que Cristo sea formado en vosotros! [20] Desearía poder estar presente con vosotros ahora y cambiar mi tono, porque estoy perplejo por vosotros.
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Bendiciones, les ha hablado Altagracia Peralta Daly traduciendo al Pastor William Daly de la Iglesia Bitterroot Valley Calvary Chapel, localizada en Hamilton, Montana, Estados Unidos.
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